El SJM Publica su Primer Informe Situacional Otoño 2021

El miércoles 21 de abril se realizó el lanzamiento vía on line del primer informe situacional del Servicio Jesuita a Migrantes en Argentina, el cual pretende visibilizar y sensibilizar acerca de la realidad de las personas migrantes y personas en busca de refugio; procurando ser un aporte a la incidencia en favor de ellos.

En el informe, se hizo referencia a datos de interés de la encuesta realizada por Espacio Agenda Migrante 2020,  la cual muestra la grave crisis laboral en la Argentina antes y después de la pandemia, obteniéndose que el 70% de los encuestados durante la declaración de cuarentena obligatoria, tuvieron una deficiencia en sus ingresos, mientras que un 58% dejó de percibir ingresos en su totalidad.

Un factor agravante de esta situación de vulnerabilidad socioeconómica, fue el inacceso a los mecanismos  de protección social: un 80% de las personas entrevistadas no había podido acceder al Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), dispuesto por el Gobierno Nacional como medida paliativa , y un 79% no recibía ninguna otra ayuda o beneficio social preexistente. Esto confirma otros análisis, en los que se reconocen “obstáculos históricos” para las personas migrantes en lo que respecta a la “seguridad social y a pensiones no retributivas” . 

Toda esta situación trajo como consecuencia el incremento de solicitudes de asistencia humanitaria recibidas por el SJM, tal como se muestra en el siguiente gráfico:

 

De acuerdo a las cifras presentadas en el gráfico, las personas de nacionalidad venezolana representan un 67% (1471) de quienes realizaron solicitudes a través de nuestra sede en CABA, entre finales de mayo de 2020 y principios de marzo de 2021. Les siguen las personas de nacionalidad haitiana, que han realizado casi un 11% (235) de las solicitudes; las de nacionalidad dominicana, con casi un 4% de las solicitudes (83); las de nacionalidad peruana, con un 3,4% de las solicitudes (75); las de nacionalidad colombiana y las de nacionalidad uruguaya, con un 2,4% cada una (54 y 53 solicitudes, respectivamente); las ghanesas y senegalesas, con un 1,6% cada una (37 y 35 solicitudes, respectivamente); y las personas de nacionalidad española (17), boliviana (15) y paraguaya (13), con un 0,8%, un 0,7% y un 0,6% de las solicitudes, respectivamente.

Con el objetivo de dar respuestas a todas las solicitudes de ayuda humanitaria, entre octubre de 2020 y febrero de 2021, se brindó asistencia alimentaria y de higiene a un promedio de 225 hogares al mes, a través de las sedes existentes en el país. Tan solo en el mes de febrero de 2021, fueron asistidas 25 familias  en situación de vulnerabilidad  habitacional (ver, tabla más abajo).

 

 

Finalmente, en el informe se redactaron recomendaciones  a los gobiernos y poderes ejecutivos, a la Dirección Nacional de Migraciones, a la Comisión Nacional para los Refugiados (Conare) y el Registro Nacional de las Personas (Renaper) y demás agencias internacionales, organismos y organizaciones de la sociedad civil que trabajan en la asistencia y acompañamiento a personas migrantes y refugiadas en la Argentina, con la misión de incidir y velar por las mejoras de integración de las personas migrantes, partiendo de la idea de que la migración es un derecho humano.

Ver el informe completo:   https://drive.google.com/file/d/1yuLYxvPn5HXdlLmtpYw_1bZRy90MNpoY/view

 

 

Celebración del Nazareno en Córdoba

El pasado 31 de marzo, Miércoles Santo, se realizó en la Parroquia Sagrada Familia, en Córdoba, la celebración del Nazareno. Esta fiesta es una devoción especialmente importante en Venezuela que tiene como figura central a Jesús cargando con la cruz.

Esta celebración tuvo una importancia particular para el SJM, puesto que marca su segundo aniversario de presencia en Córdoba. A principios de 2019 la oficina estaba buscando cómo tender puentes hacia las personas migrantes. Se consultó a parroquianos venezolanos de la Parroquia Sagrada Familia del barrio Pueyrredón, que los jesuitas llevan adelante, cuál podía ser la mejor manera de tener un espacio durante la Semana Santa en el que las personas venezolanas se pudieran sentir especialmente recibidas. La propuesta de los propios parroquianos migrantes fue celebrar en la Parroquia la fiesta del Nazareno. Por esta razón, el miércoles 17 de abril de 2019 se llevó adelante una procesión en torno a la imagen de Jesús con la cruz a cuestas y posteriormente una misa.

Estas procesión y misa marcaron el comienzo de las actividades del SJM en Córdoba. A partir de esta celebración se constituyó una comunidad de personas venezolanas en torno a la Parroquia Sagrada Familia, la cual se reunía para compartir un almuerzo de domingo dos veces al mes, asistir en sus trámites migratorios a otras personas migrantes y organizar otras fiestas litúrgicas propias de Venezuela.

Las restricciones impuestas por la pandemia obligaron a la oficina a reinventarse para poder continuar con su servicio a las personas migrantes. Durante 2020 la atención migratoria se realizó de manera telefónica, y la comunidad continuó vinculándose de manera virtual. La celebración del Nazareno esta Semana Santa de 2021 también se reinventó. La misa se realizó al aire libre, en el patio de la sede parroquial, con el propósito de poder recibir más personas. No se realizó la procesión, pero sí hubo un momento durante la misa en la que se representó a Jesús cargando con la cruz, y se reflexionó sobre cómo esta vivencia se asocia a la de tantas personas migrantes.

Libro Movimientos migratorios en las fronteras iberoamericanas

Esta edición es una ampliación del estudio publicado en 2016 con el título “Las Migraciones en las Fronteras en Iberoamérica”. Destaca este volumen por la incorporación novedosa del análisis de lo que sucede en la frontera de República Dominicana y Haití, la franja fronteriza de Brasil y la linde entre Paraguay y Argentina.

Las fronteras son límites trazados por la mente y la pasión humanas entre espacios diversos. Las fronteras son ambivalentes: constituyen a la vez un lugar de encuentro y de separación; bordes de colisión, pero también de fecundación mutua; paisajes compartidos por comunidades humanas y límites de soberanía nacional.

Las fronteras siempre fueron canales de tránsito, vías que permitían flujos de personas y de bienes. A través de ellas nos hemos enriquecido. Los procesos de encuentro no han sido sencillos, ni han estado libres de conflictos e incomprensiones, pero han permitido la evolución de las sociedades y su progreso. Hoy nos reconocemos como parte de una misma especie humana –o incluso familia– gracias a haber traspasado numerosas fronteras y a haber construido nuevas realidades: civilizaciones, ámbitos supranacionales de colaboración e intercambio comercial, áreas de influencia cultural o familias transnacionales.

Las culturas más abiertas y evolucionadas han sido cruce de caminos entre comunidades dinámicas en las que se produjo una fecundación mutua, superando barreras y distancias. Se afrontaron las
diferencias y surgieron sinergias que crearon nuevas realidad es. El diálogo y el intercambio cultural dan lugar a nuevas síntesis.

Las fronteras se reforzaron durante los procesos de construcción nacionales, durante los cuales se definieron los límites de los estados. Estos límites proceden en su mayoría de contiendas y guerras, de tratados de paz impuestos por los vencedores y de acuerdos internacionales de las potencias coloniales. Se trazaron con la sangre y aún se defienden con ella.

La globalización nos ha permitido comprender que todo está interconectado, que unos mismos fenómenos nos afectan a todos –aunque sea de modos diversos– y que todos somos responsables de la humanidad y del planeta. El proceso globalizador ha favorecido el movimiento de capitales, de bienes y de servicios, mientras ha puesto trabas a los flujos de personas, principalmente a los trabajadores pobres y de escasa formación. Una globalización que se ha desarrollado bajo el signo del poder de los capitales y subordinando a las personas.

Este proceso globalizador ha puesto de manifiesto las diferencias entre países y grupos, como nunca antes. La comunicación y el mayor contacto han permitido saber más unos de otros. Hoy todos somos conscientes de las enormes disparidades de bienestar, difícilmente justificables. Los excluidos buscan participar de ese bienestar, y en su medida, conseguirán hacerlo. No es posible poner puertas al campo. La migración es un proceso que aumentará en los próximos años. No será posible detener a los más necesitados cuando quieren participar de los bienes que nos corresponden a todos.

 

Las fronteras son hoy lugares privilegiados en los que estudiar qué está sucediendo en nuestro mundo, cuáles son las tendencias, las lógicas que prevalecen y los valores que se defienden. El Observatorio Iberoamericano sobre Movilidad Humana, Migraciones y Desarrollo (OBIMID) con sede en el Instituto de investigación sobre Migraciones de la Universidad Pontificia Comillas Madrid ha
coordinado el presente estudio sobre las migraciones en las fronteras en Iberoamérica, incorporando a la consideración un largo conjunto de fronteras: la frontera sur de España-Norte de África, la triple frontera andina Chile-Perú-Bolivia, la frontera Norte México-EE.UU, la frontera Sur México-Centroamérica, las fronteras de Colombia con Venezuela y Ecuador, la de República Dominicana con Haití, la franja fronteriza de Brasil y la de Paraguay con Argentina. Son una buena muestra en la que estudiar qué está sucediendo en estos espacios de tránsito, cada día más difíciles para los migrantes pobres y vulnerables.

Este estudio ha querido centrarse en cuatro ejes: la descripción de la frontera territorial, la regulación legal sobre los flujos migratorios en las fronteras, la exposición de las características socio-demográficas de los flujos migratorios y la descripción de los aspectos y situaciones de mayor vulnerabilidad e indefensión que sufren los inmigrantes.

El gran aporte, sin embargo, consiste en el protagonismo dado en el estudio a los propios migrantes. La riqueza de este documento reside por tanto en que está realizado a partir de la experiencia de cercanía y convivencia diaria con los flujos de migrantes en las fronteras mencionadas. El estudio contiene la requerida calidad académica, pero se apoya en la vida compartida con las personas en tránsito en las fronteras. No es fácil reunir tal variedad de escenarios y replicar las condiciones para el estudio. El resultado es una magnífica panorámica sobre uno de los patios traseros de nuestro mundo, en el que se muestran las lógicas y los valores que nos mueven.

En las fronteras iberoamericanas objeto de estudio queda de manifiesto la oposición existente entre una lógica del poder que refuerza las fronteras y una lógica humanitaria que trata de responder a las necesidades de las personas que las atraviesan. Se detecta la situación de particular vulnerabilidad que afrontan las mujeres y los niños, así como la extendida arbitrariedad de las fuerzas de seguridad en las fronteras, amparadas en la oscuridad de los vacíos legales. Se está produciendo también una progresiva externalización de las fronteras, a través de la cual los países más ricos tratan de detener el flujo de migrantes en una frontera anterior a su país, impidiendo de este modo que las problemáticas vividas lleguen a la opinión pública de sus países y debilitando las garantías humanitarias. Esto está convirtiendo a los países que antes solo eran de tránsito, en países de recepción. Es una de las falsas soluciones que están promoviendo tanto la Unión Europea como Estados Unidos, poniendo aún en mayor riesgo las vidas de las personas migrantes.

El presente estudio, después de analizar cada una de las fronteras, concluye con una descripción de conjunto de este fenómeno. Ofrece también algunas recomendaciones para mejorar la seguridad y la defensa de los derechos humanos de los migrantes. Propone mejoras en la atención a los migrantes que viven en las fronteras y programas de apoyo para su integración.

En definitiva, un ejercicio académico serio y riguroso, cercano a las vicisitudes de los migrantes pobres y vulnerables, que ofrece vías para afrontar las problemáticas surgidas en las fronteras desde las lógicas humanitarias.

 

Patxi Álvarez de los Mozos, SJ
Secretario para la Justicia Social y la Ecología de la Compañía de Jesús

Fuente: Jesuitas. Lat